Gurú Siyag inicia a sus discípulos en su Siddha Yoga despertando su Kundalini a través de un proceso de iniciación llamado Shaktipāt Dikshā. Hay cuatro formas en que Shaktipāt es dado por un Siddha Gurú: contacto físico, por la vista, la palabra divina y la firme determinación. Gurú Siyag ofrece Dikshā a través de la palabra divina (mantra).
Shaktipāt es un término en Sánscrito que combina dos palabras – Shakti (energía femenina divina) y Pāt (caer). Literalmente Shaktipāt significa transición de la energía divina. Los practicantes de Yoga a menudo interpretan Shaktipāt como la transmisión de la energía divina del Gurú en el cuerpo del buscador. De acuerdo con Gurú Siyag esta es una comprensión limitada del proceso. Esto se debe a que es un hecho reconocido en las escrituras yóguicas que el Kundalini está presente en cada cuerpo humano, aunque permanezca dormido. Por lo tanto, no hay duda de Shakti se transmite de una persona a otra. En Shaktipāt, el Gurú actúa como un mero catalizador, usando su fuerza divina para despertar el Kundalini.
Como explica Gurú Siyag, “No es como si el Gurú derramara algo sobre el cuerpo de buscador. El método Dikshā que yo uso ha sido dado a la humanidad por la Secta Nāth en la tradición yóguica. Es llamada ‘Shaktipāt’. Shaktipāt no significa que el buscador recibe alguna fuerza externa a través del Gurú (como popularmente se cree). Para usar una simple analogía, Shaktipāt es como usar una lámpara encendida para encender una que no lo está. Tú eres como una lámpara apagada que tiene todo – la mecha y el aceite. Todo lo que necesitas es otra fuente encendida para prender la llama de tu lámpara. Una vez que te unes a la fuente iluminada, tú mismo te convertirás en luz. Así es como puedo describir el proceso Shaktipāt en un sentido amplio”.
Shaktipāt es un acto de inmensa gracia (Anugraha) de parte del Gurú. Gurú Siyag dice que mientras las acciones humanas siempre tienen cierta motivación detrás de ellas, Shaktipāt no tiene ninguna intención en absoluto.
Un Gurú Siddha puede llevar Shaktipāt a través de cualquiera de los siguientes cuatro metódos:
Toque físico: Un Siddha Gurú puede despertar el Kundalini simplemente con tocar al buscador. Puede hace esto colocando su mano en la cabeza del buscador o tocando el Ājnāchakra o el Mulādhāra (base de la columna vertebral). De acuerdo al texto metódico ‘Māhābhārata’, El Señor Krishna inició a su devoto favorito Arjun al Yoga, abrazándolo y sosteniéndolo cerca de su corazón por un momento. Krishna inició a otro legendario devoto Dhruva, tocando ligeramente la mejilla con su concha.
Por la vista: Un Siddha Gurú puede iniciar al buscador simplemente mirándolo a los ojos. La literatura espiritual India está repleta de anécdotas acerca de cómo varios Siddha Gurús despertaron el Kundalini de sus discípulos solamente con mirarlos a los ojos con compasión.
Palabra divina: Un Siddha Gurú puede despertar el Kundalini del buscador dándole una palabra divina o un potente mantra para repetir. Aquí la palabra es divina porque está cargada con la consciencia cósmica personificada por el Gurú.
Firme determinación: Esta es la forma más rara de despertar el Kundalini porque aquí la iniciativa recae en el buscador no en el Gurú. En este método el buscador no recurre al Gurú para una iniciación formal para despertar el Kundalini. Simplemente hace la firme resolución, conocida como Sankalpa, para ser iniciado por el Gurú que desee seguir. Dado que el Gurú es la encarnación misma de la conciencia cósmica divina, la firme determinación del buscador es inmediatamente recibida por el Gurú. Sankalpa, es la manifestación del buscador de la total devoción y rendición de su ego hacia el Gurú. Dado que este tipo de devoción es el requisito principal para recibir la gracia divina, en este caso el Gurú, tiene la obligación de iniciar el buscador haciendo tal Sankalpa. El ‘Māhābhārata’ hace mención de un raro caso en el cual Eklavya, el legendario arquero, fue iniciado al Yoga al hacer una firme súplica frente a un ídolo que había hecho a semejanza del Gurú Dronacharya para que lo favoreciera en la iniciación. La súplica de Eklavya fue tan sincera e intensa que la consciencia de Gurú Dronacharya tuvo que responder positivamente a ella ya que no estuvo presente o tuvo consciencia de la resolución de Eklavya.