Pregunta: ¿Que son Siddhis? ¿Puede uno experimentarlos a través de la práctica GSY?
En su tratado ‘Yoga Sutra’, en el capítulo Vibhuti Pāda, el Sabio Patanjali ha enumerado en detalle varios Siddhis que un practicante espiritual puede alcanzar si es capaz de cruzar ciertos umbrales vitales de su Sadhana (práctica espiritual).
Comúnmente se refiere a los Siddhis como ‘poderes especiales’; esto es solamente una interpretación parcial del término. Siddhi en sentido netamente Yóguico, quiere decir conocimiento intuitivo. Cuando un Sadhak (buscador spiritual) ha evolucionado en su Sadhana, el puede ser bendecido con un Siddhi. Cada Siddhi otorga al practicante una habilidad especial para llevar a cabo acciones que desafían las leyes conocidas de nuestro mundo físico. Siddhis – como la posibilidad de reducir o ampliar el propio cuerpo, oír sonidos lejanos, adquirir objetos de la nada, caminar sobre el agua, transformarse a sí mismo en cualquier forma – por lo tanto, suenan como hazañas que uno lee en los cuentos de fantasía. Estos poderes no deben, sin embargo, solamente ser entendidos en el sentido convencional de la palabra. Un Siddhi no significa la habilidad de tener poder o ventaja sobre otros o manipular o controlar la vida de otros en ningún sentido (como es el caso de la magia negra).
A medida que el Sadhak practica la repetición y la meditación, su consciencia empieza a crecer y llega a ser más consciente de su verdadero Yo. La evolución del Sadhak lo lleva a la revelación de habilidades latentes. Estos poderes no aparecen por accidente repentinamente en el discípulo, sino que han estado presentes pero solamente se da cuenta de su presencia en la medida que su consciencia crece. En la medida en que el Sadhak toma consciencia que no está restringido por el tiempo y el espacio (y por lo tanto las limitaciones terrenales), nuevas posibilidades y habilidades pasan al primer plano. La esposa de Sri Aurobindo, popularmente conocida como La Madre, ha ido tan lejos como para decir que las invenciones modernas, tales como aviones, teléfonos, coches, etc. son el resultado de la represión de los poderes innatos del hombre. Si el hombre pudiera llevar a cabo estas aparentes habilidades súper humanas, no habría necesidad de estos mecanismos.
La realización de Siddhis no debería, por cierto, ser la meta del Sadhak. Ellos no son el destino sino indicadores a lo largo del camino. Algunos buscadores cuando alcanzan los Siddhis están llenos de orgullo y erróneamente empiezan a creen que son maestros o poseedores de algún poder particular y empiezan a alardear al respecto. Tal ilusión sólo lleva a la caída del practicante ya que se convierte en presa de construcciones dualistas de su ego, y lo aleja de su verdadero destino – Moksha. Esto no significa que los Siddhis son malos y deban ser rechazados tan pronto se manifiesten. Más bien deben ser considerados como una progresión natural de Sadhana y ser vistos como actos de gracia divina. Gurú Siyag dice que para evitar ser atrapados por el atractivo de los Siddhis, el practicante debe tratarlos con imparcial respeto. Por otra parte, el Sadhak debe usar los Siddhis como herramientas para trascender el ego y sus apegos.
En esta elaboración, Gurú Siyag refiere a un Siddhi conocido como Pratibha Gyana (clarividencia): la capacidad de ver y oír ilimitadamente el pasado y el futuro: “El practicante al alcanzar Pratibha Gyana, durante la meditación o en un estado de Samadhi, es capaz de ver y escuchar ilimitadamente los acontecimientos del pasado y el futuro. El puede ver y oír a través de su tercer ojo. Solamente cuando el tercer ojo, también conocido como la decima puerta, se abre, el Yoga y la meditación tienen lugar. Nada puede suceder sin él. Inclusive la ciencia acepta que cuando se emite un sonido nunca se destruye. Existe en el universo; solamente necesita el instrumento adecuado para aferrarse a su vibración. La filosofía Yoga dice que si hay una palabra y su sonido, entonces el orador que ha producido el sonido debe existir también. El Yoga dice que es posible ver y oír a este orador hablar. Así como escenas de un partido de cricket se reproducen en la televisión, en la misma forma las escenas del pasado se reproducen para el practicante durante la meditación. Pero lo hecho, hecho está. Lo que ha pasado, por ejemplo en el ‘Mahabharata’ (mitología épica), no se puede deshacer. Pero el practicante puede saber ciertamente que pasará en el futuro.
Una vez que alcances el Pratibha Gyana puedes ver la muerte de muchos de tus conocidos y ellos morirán exactamente de la misma forma como lo viste en tu visión. Si una persona muere en la forma como lo viste, puede parecer pura coincidencia, pero cuando muchos mueren de la manera revelada en tu visión meditativa, entonces pensamientos se cruzarán en tu mente, “Yo no soy inmortal, yo también moriré”. Entonces tú verás la forma en que morirás y la edad aproximada en que la muerte vendrá. El que nace morirá. Bien sea a la edad de 20, 30, 50 o 100. Todos ustedes saben que la muerte es inevitable; no hay forma de escapar, entonces ¿por qué temerla? Māyā (ilusión de dualidad) ha hecho la muerte tan aterradora que nadie quiere aceptar su realidad. Pero la muerte no perdona a nadie. Cuando ves tu propia muerte, tendrás temor. Hasta ahora solamente has visto la muerte de otros, y no te ha importado mucho eso. Pero cuando ves tu propia muerte, todas tus acciones, ambas buenas y malas, pasaran ante tus ojos. Puedes ocultar cosas al mundo, pero no puedes ocultarte la verdad a ti mismo. Y ahí, sinceramente orarás a Dios, “Oh Dios sé que eres bueno, he oído que eres muy bueno. He cometido errores, he sido un tonto. Por favor perdóname por esta vez; no repetiré este error de nuevo.”
“Con toda su concentración, el practicante ora a Dios. Luego su mirada se dirige hacia su interior y se da cuenta de que todo el universo está dentro de sí, y si el universo está dentro de sí mismo, el creador del universo también está dentro de sí mismo. Se dará cuenta de su divinidad. Y darse cuenta de la divinidad significa la libertad del círculo de la vida y la muerte. La meditación y la repetición del mantra romperá el hechizo que Māyā ha puesto sobre ti y el misterio de la muerte te será revelado. Y cuando esto suceda, empezarás a ver la muerte como una bendición dada por Dios para liberarte del ciclo de la vida y la muerte. Entonces, esperarás y aceptarás la muerte sin ningún temor.”
En esencia, Gurú Siyag dice que Pratibha Gyana puede ser usado para realización del Ser. En lugar de ser un obstáculo en el camino de la realización, este Siddhi se convierte en un trampolín hacia la meta del Sadhak.